El maestro Carlos Cruz-Diez está de cumpleaños y a nosotros no se nos ocurrió otra forma de homenajear al maestro del cromocinetismo que haciendo un recuento de las obras que ahora forman parte de la Gran Caracas.
En varias oportunidades, el propio Cruz-Diez ha dicho que su arte no busca ser contemplativo, porque según él, en el momento en el que el espectador se detiene ante una de sus obras, la pieza se muere. Aunque sabemos que muchas de las obras que incluímos en esta lista han sido mutiladas o desaparecidas en las expansiones de la ciudad y su infraestructura, forman parte del imaginario del venezolano
Antes de empezar con la lista, queremos hacer unas cuantas menciones honoríficas: Las ambientaciones cromáticas del edificio ABA (1975), el Banco de Comercio (1975), la Compañía Venezolana de Navegación (1984) y el Banco Provincial (1985). A estas obras se les suman el Muro de color aditivo en el Río Guaire (1975) y la Permutación de color aditivo de Corp Group, ahora BOD-Corp Banca (1983).
Además están las cromointerferencias de La Silsa, la Torre La Previsora de Plaza Venezuela (1973 y 1992), la Biblioteca Jacobo Bentata, en Catia (1985) y otras variaciones sobre la misma investigación han sido el Mural de inducción cromática a doble frecuencia que se encuentra en el Playa Grande Yachting Club de Vargas (1992), la cromoestructura del edificio Banesco (1992) y otras innovaciones como el Laberinto cromovegetal de la Universidad Simón Bolívar (1994) y la Cromovela giratoria del Centro Internacional de Educación y Desarrollo (1996).
Ahora si, empecemos con la lista:
Aeropuerto Internacional Simón Bolívar
La cromointerferencia Ambientación de color aditivo quizás se ha convertido en la obra de Cruz-Diez más fotografiada y compartida en las redes sociales de los venezolanos. El suelo entero del pasillo central y la pared del Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía están decorados con esta pieza que fue construida en cuatro años y ocupa 2.608 metros cuadrados. La pieza abarca el piso y paredes del corredor de espera, así como los salones de boletería de las líneas aéreas.
La infraestructura completa, que también contiene un vitral de Héctor Poleo entre otras obras de arte, obtuvo el Premio Nacional de Arquitectura en 1980, dos años después de inaugurado el terminal internacional.
Plaza Venezuela
La (doble) Fisicromía de Carlos Cruz Diez en Homenaje a Andrés Bello, fue inaugurada en la Plaza Venezuela en 1982. Se realizó por encargo del Metro de Caracas como un envoltorio estético para los ductos de ventilación de esa estación. Por eso es una estructura de aluminio anodizado.
Para 2009 se re-inauguró la Fisicromía Homenaje a Andrés Bello, como parte de la rehabilitación urbana que emprendió el Centro de Arte PDVSA-La Estancia desde Plaza Venezuela hasta Chacaíto, pasando por todo el Boulevard de Sabana Grande. Duró quince meses y contó con la supervisión del taller Cruz-Diez y la asistencia del artista plástico José Armando “Nanín” García, amplio conocedor de las técnicas originales con las que se hizo la obra. Fue reproducida en cerámica opaca y produce el mismo efecto de acuerdo con la incidencia de la luz y el punto de vista del espectador. Los proyectores asimétricos de luz blanca aún dejan ver esta obra del cromocinetismo en la noche.
Centro de Acción Social por la Música
La Sala Simón Bolívar, en Quebrada Honda tiene capacidad para albergar a ochocientas ochenta personas en unas butacas tapizadas con un diseño del maestro Carlos Cruz-Diez, especialmente para el Centro de Acción Social por la Música, un complejo cultural que comenzó a operar en 2009 como sede del Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela. Esta infraestructura fue pensada por el arquitecto venezolano Tomás Lugo y fue trabajada con un sistema acústico especial para evitar las vibraciones y la contaminación sonora en otras zonas del edificio.
Además de los asientos, el foyer del complejo cultural cuenta con unas fisicromías en rojo, amarillo, verde y blanco del maestro, que se unen con la esfera aérea en blanco y amarillo, titulada Lloviznas y Penetrables, que pertenecen al también grande del cinetismo Jesús Soto
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Museo de la Estampa y el Diseño Carlos Cruz-Diez.
Además del mobiliario urbano, en Caracas hay un museo que lleva su nombre. El Museo de la Estampa y el Diseño Carlos Cruz-Diez se encuentra en el Paseo Vargas de la avenida Bolívar y se concibió como una vitrina de la creatividad venezolana. Fue fundado hace veinticuatro años y abrió sus puertas al público hace apenas dieciséis. Además de las exhibiciones que conjugan el proceso de multiplicación de la imagen y el diseño como forma de comunicación visual, hay permanentemente una cámara de cromosaturación, otra de las maravillas que le apuesta al disfrute más que al entendimiento del experimento científico. Ésta es una de las obras más importantes del artista y fue montada en 2004 con la idea de enriquecer el patrimonio nacional.