La UCV es la UCV y lo demás es monte y culebra
Por Bárbara Millán/ @BarbaraMillan
La Universidad Central de Venezuela no es sólo Aula Magna, Tierra de Nadie ni Villanueva. Tampoco todo se centra en que es Patrimonio de la Humanidad. No, no, no. La vida del ucevista tiene más historias que un cementerio, más misterios que la Iglesia Católica y más anécdotas que el expresidente. Por esto, no es raro que la casa que vence la sombra esté llena de cuenticos que sólo los que se la pasan metidos día y noche ahí podrán comprender.
[divider] UCV pa’ los UCVistas [/divider]
1.- Sólo un ucevista puede reconocer a un nuevo a leguas si…
a. Si usa un bolso con 4568458169 mil chapas de “I ♥ ucv”
Es tanta la emoción de haber quedado en la UCV que todo nuevo quiere que la sociedad se entere que es un estudiante de la casa que vence las sombras, y qué mejor manera que guindar cuanta chapa vea que diga “I LOVE UCV” o “I LOVE (inserte carrera)”.
b. Si la bandeja del comedor se cae
Hermano, si la bandeja o uno de los cubiertos toca piso, finge demencia y huye tan rápido como puedas, porque el grito de “¡NUEVO!” que hace todo el que esté en la cola es tan fuerte que casi se escucha hasta trasbordo.
c. Siempre andan con el carnet pegado en el pecho
Ni en su casa, ni bañándose, menos pa’hacer mercado se quitan el carnet que los identifica como ¡NUEVOS! estudiantes de la UCV.
2.- El “semestre” jamás durará el tiempo prometido
¡NUNCA! Léase bien, ¡NUNCA! un semestre durará el tiempo estimado. Siempre habrá una peito, una bomba lacrimógena, un niple o una molotov que saboteen el transcurso del semestre que se creía que podía ser “normal”. Ni hablar de los paros, por favor, que eso hasta merece un post propio.
3.- Cafetines
Cada cafetín tiene algo que hace que un ucevista tenga que agarrar metro, camionetica y hasta un taxi dentro de la misma universidad con tal de llegar al lugar donde se encuentra el antojo o desayuno.
a. Las empanadas y los batidos de Ingeniería
Es relativamente “céntrico”, considerando que para llegar hay que caminar como 10 cuadras a lo mínimo si no estudias en ingeniería o humanidades. Para poder comerte una empanada, tienes que decirle al “Chino” que te aparte una como 30 minutos antes de que salgan. Los batidos son exquisitos, especialmente el de fresa.
b. Los frappé Nestea de Arquitectura
Aquí es un tema de amor-odio. A pesar que es divino y refrescante, a 6 de cada 10 víctimas se les congela el cerebro tomándolo, además que tiene tanta azúcar que un sólo sorbo podría asesinar a un diabético. Pero, apartando esos detallitos, el frappé de Arquitectura es sin duda el mejor de la universidad.
c. Las donas de Farmacia
Esta es una de esas colas que se hacen con gusto. Las donas de Mary’s y Dido en Farmacia son riquísimas y más si se compra en combo con el nestea. ¡Vaina pa’buena! Pero si llega tu turno y ya se acabó la dona rellena de arequipe que querías, sientes que es producto del karma.
d. El café de estadística
Queda lejísimo de cualquier lugar, pero definitivamente vale pena. El café es riquísimo y es el más económico de la universidad.
4.- La mejor librería es el pasillo de ingeniería
Todo libro que un profesor mencione en clase, asigne como lectura obligatoria u optativa, se encontrará en el pasillo de ingeniera y si no está ahí, no entres en pánico, es que el libro nunca fue escrito o el profesor se equivocó de autor o título. En el pasillo de Ingeniería se puede encontrar desde un papel de regalo hasta el primer cd de Shakira.
5.- Si no te tomas una chicha, no te gradúas
Aunque muchos crean que esto es sólo un “mito y leyenda de la gente ignorante”, existe una creencia que sustenta que todo Ucevista que no se tome una chicha donde el Sr. William Escalona, en la plaza del Rectorado, no se gradúa. Por lo tanto, es uno de los lugares más concurridos en la vida de un ucevista. ¿Lo malo? Que tienes que caminar ¡QUEJODE! para llegar, pero vale la pena antes de correr un riesgo y ser #ForeverBachiller.
6.- “Tierra de Nadie” es el único lugar del país que ha legalizado la hierbabuena
Es el lugar ideal para una cita romántica tipo picnic pero, sobre todas las cosas, “Tierra de Nadie” es históricamente conocido como el único lugar donde los cigarritos que dan risa parecen legales. Tanto así, que siempre encuentran unas cuantas matitas plantadas. Además, hay amigos que venden unos brownies “ecológicos”. #YouKnow.
7.- “Narnia” no es sólo un libro ni una película
La Facultad de Ciencias es mejor conocida como “Narnia” porque es un universo paralelo donde nunca hay paros, nunca suspenden clases, nadie nunca se entera qué pasa ahí y de paso, tiene más árboles y áreas verdosas que la mismísima Tierra de Nadie.
8.- Valorar la comida hogareña después de comer en el comedor
Cada vez son menos los ucevistas valientes que se atreven a entrar al comedor después de tantas fallas que ha presentado. Sobre todo, se aplaude su valentía de quien ingresa cuando pasas cerca del recinto y te pega ese fuerte e inconfundible olor a carne molida, pero cuando preguntas “¿qué están dando hoy?” te responden “pollo asado”. ¿WTF?
9.- Los chupi light no sólo quitan la sed
Los “chupi light” son chupis (evidentemente) pero con licor. Son vendidos generalmente en las adyacencias del comedor y son ¡BU-E-NISIMOS! Ahora también andan por ahí una parejita en bicicleta dando vueltas por la universidad vendiendo unas tetas de mezclas psicodélicas y hasta unos cóctelitos bien buenos.
10.- El tropezón
Es el lugar predilecto de todo ucevista para ver partidos deportivos y tomarse alguito después de un día estresante en clases. Queda al frente de la parroquia, que antes era el point para tomar y escuchar musiquita de los carros, pero como los vigilantes sólo cuidan que los estudiantes no disfruten, prohibieron esas “reuniones”.
11.- No hay nada mejor como una “tarde de risas azules”
Un día de cero preocupaciones, cero dolores de cabezas con las clases y cero problemas. Es un día donde el stand-up comedy se viste con su mejor gala para pararse en el Aula Magna a hacer reír a los ucevistas. Laureano Márquez es uno de los que siempre encabeza el show y hace llorar a más de uno con el Credo Ucevista que escribió tiempo atrás.
12.- Las duchas deportivas tienen más polvos que agua
Si las paredes hablaran, con todas las historias que dirían en las duchas de la Dirección de Deporte se puede escribir una triología muchísimo más erótica que “50 sombras de Grey”.
13.- De noche somos más unidos que de día
Una cosa es estudiar en la UCV bonita e iluminada de día y otra cosa es estudiar en la tenebrosa y agonizante UCV de noche. Lo único que le falta es la neblina y el aullido de un lobo para que sea una película de terror. Por eso, los ucevista desarrollan el sentido de supervivencia desplazándose en grupos lo más numerosos que se puedan. El estudiante más odioso se convierte en el más social con tal de que no lo dejen caminar solo hasta la estación del metro de Ciudad Universitaria o de Plaza Venezuela.
14.- Los Tambores, la Turbina y la Bajada de escaleras rumbas tipo «Proyecto X»
Todas se realizan anualmente para celebrar el fin del año académico o el fin de la carrera. Los “tambores” son organizados por la Escuela de Derecho donde lo único que falta para sentirse en Barlovento es la playita. La “turbina” se celebra en Ingeniería y es el desnalgue del año, pero siempre asiste gente que te hace temer por tú seguridad. Y la “bajada de escaleras” se lleva a cabo en la Escuela de Odontología, donde bajan cada piso como cada peldaño de la carrera construida, #Awww.
No hace falta explicar por qué estas rumbas son lo más cercano a un Proyecto X Venezolano. No hay palabras que ayuden a explicar lo extraordinarias que son. Si no eres Ucevista (o aún siéndolo, nunca has ido a una de estas) jamás lo entenderías.
15.- Finalmente…