Para que no sigas respirando algo que no conoces
Por Valentina Pérez
En estos últimos días de tensión en el país, muchos han estado metidos de cabeza en las manifestaciones. Les dicen “guarimba” o “marcha” y es como si les dijeran que van a Disney –por la emoción de salir a protestar. Sin embargo, como bien sabemos, no todo ha sido tan bonito para todos. Más allá de los ideales que tengamos los venezolanos, hay cosas que nos frenan.
Al sentir la primera bomba lacrimógena, la mayoría corre a esconderse donde pueda, pero ¿sabemos, realmente, los efectos de este gas? La mayor parte de la población no está consciente de todo lo que implica este tipo de armas, aunque forman parte de nuestra cotidianidad.
Desde la Primera Guerra Mundial se han utilizado diferentes tipos de bombas lacrimógenas que, actualmente, se pueden lanzar contra la población civil para controlar ciertos tipos de situaciones; aunque, como todos sabemos, a veces abusan. Lo curioso en todo esto es que está prohibido usarlo en situación de guerra. Solo 4 miligramos por metro cúbico es suficiente para dispersar a una multitud. ¿Cuántos lanzan cuando se reprimen manifestaciones en el país?
En todo caso, el gas lacrimógeno cierra las vías respiratorias, irrita la piel y los ojos, y afecta a la zona de la garganta, causando ardor, picazón y dificultad para tragar, pero nadie sabe esto mejor que los venezolanos. Normalmente los síntomas duran media hora y aumentan con el calor y la humedad, pero la verdadera pregunta es ¿es letal? Pues parece que sí, una cantidad de 25 gramos por metro cúbico es capaz de matar a una persona. La mayoría de las muertes suceden cuando se expone mucho tiempo a los gases, cerrando este sus vías respiratorias.
Ahora, hay un problema un poco más grave y que puede afectarnos a todos: el exponerse frecuentemente a los gases puede causar cáncer, daños oculares y hepáticos permanentes, entre otros. Y no son solo quienes protestan los que se ven afectados por esto, sino también los que se quedan en los edificios y hasta los mismos militares.
[divider] Gas lacrimógeno en Bs.F [/divider]
Sabemos que todo esto no es de gratis. ¿Sabes cuánto cuesta una de estas bombitas que se han convertido en el oxígeno de muchos? El precio en Estados Unidos ronda entre los 3 y los 24 dólares; sin embargo, algunas páginas nacionales aseguran que el precio de cada bomba está sobre los 200 dólares. En este último caso, el gobierno gastaría alrededor de 230.000 Bs.F. diarios en reprimir a los estudiantes, sin contar el resto del armamento.
[divider] En caso de emergencia [/divider]
Estos son algunos tips para que vayas preparado a las manifestaciones y que las bombas lacrimógenas no te agarren desprevenido:
– Evita usar lentes de contacto, porque estos retienen el químico de los gases.
– Usa zapatos y ropa liviana que cubran toda tu piel para que te puedas mover con facilidad y evitar quemaduras.
– Amárrate el cabello, ya que el gas se impregna en este, prolongando su efecto.
– Prepara un paño con vinagre, que servirá como filtro del gas durante algunos
minutos.
– Identifica una ruta de escape segura al llegar al lugar de la manifestación.
En el momento del caos:
– Mantén la calma. Si se te acelera la respiración inhalarás más gas.
– Evalúa la dirección que tomará el gas para ir en sentido contrario.
– Si no puedes escapar del sitio, utiliza el paño con vinagre y arrójate al suelo.
[divider] ¿Legal o ilegal? [/divider]
El artículo 68 de la Constitución venezolana dice:
“Los ciudadanos y ciudadanas tienen derecho a manifestar, pacíficamente y sin armas, sin otros requisitos que los que establezca la ley. Se prohíbe el uso de armas de fuego y sustancias tóxicas en el control de manifestaciones pacíficas. La ley regulará la actuación de los cuerpos policiales y de seguridad en el control del orden público.”
¿Entonces es ilegal? Aunque se trate de una sustancia no letal, sigue siendo tóxica y atenta contra nuestro derechos. Sin embargo, a nivel internacional, se les considera como “potencialmente letales” y que, por lo tanto, no pueden ser utilizadas desmedidamente. Es decir, que lo que está ocurriendo sí es una violación a los DDHH; si no es por la ilegalidad de las mismas es por su uso excesivo y, a veces, innecesario.
Además, se considera una violación a los derechos humanos que quienes lancen estos gases no puedan ser identificados con una placa o serial. No queda clara su legalidad/ilegalidad, pero lo que sí es seguro es el daño que nos están causando esas bombas a todos los venezolanos, sean del lado que sean.
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