Ahora nos tendrán fichados y compraremos cuándo nos toque, no cuando queramos
Por Jorgenis Hernández / @JH_Paco
En Venezuela hay que echar patica para conseguir algo tan básico como pastillas que quiten la gripe. El anuncio del gobierno de colocar “capta huellas” para “garantizar los alimentos” molestó a medio país y no se vio movimiento, pero nadie esperaba que fuera Farmatodo que impusiera su versión del “capta huellas” para “Raimundo y todo el mundo”.
Este miércoles entró en vigencia una nueva política en la empresa que tiene a las abuelitas y a todos los que nos metemos “a ver qué se consigue” en shock. Nada más y nada menos que un control en la venta de productos, sí como leen, CONTROL, ya no es solo “comprar lo que se consiga” sino comprar cómo ellos te lo permitan.
¿Cómo son las captahuellas versión Farmatodo?
Investigamos y sí, la cosa es verdad y sin derecho a pataleo. En las cajas principales y en el área de los medicamentos está pegada la listica que dice qué puedes comprar y en cuántas cantidades por semana.
Los Farmatodo están abastecidos en algunas cosas, pero no en los productos de la lista. Parece que agarraron los productos que no se encuentran y “regularon su compra”, siempre pensando en el usuario. #SíAjá
Junto con la lista aplican un “control de cédula”, que sí es la versión del captahuellas: Tú compras, te piden tu cédula para la factura y ¡ahí fue!, entras en el sistema y lo que compraste no lo puedes comprar hasta la próxima semana. Seguro piensan: “Compro en el Farmatodo que está en Chacao y voy al de Las Mercedes, soy más vivo que ellos”. ¡NO! El sistema es más arrech* que nosotros. Al entrar en sistema toda la red Farmatodo te tiene pillado, véanlo así: Si compran jabón o harina en Caracas y el fin de semana van a Choroní-Margarita-La Guaira, no van a poder comprar jabón o harina allá, el sistema al ingresar su cédula va a decir “Usted. Ya compró, no sea vivo y aguántese hasta la otra semana”.
Esto no solo es para los que vamos a comprar cada vez que podemos, sus empleados también tienen que calarse esto. Ellos calladitos se quejaron y nos dijeron “antes uno se veía beneficiado con la empresa, ahora no. Uno que se mata aquí trabajando tiene que calarse eso (…) también nosotros estamos regulados (…) pagamos por los revendedores, ellos compraban aquí y vendían las cosas hasta 4 veces más caras…”
Los clientes leían la lista y el anuncio con una mirada de WTF, muchos con un ¡Qué Bol@s! en la boca. Había quienes justificaban esta regulación con un “Puedes comprar 2 desodorantes, eso no se lo gasta uno en una semana”. Sí, ok, pero ¿y la libertad de comprar cómo te da la gana, cuándo te la gana y porque te da la gana?
Una de las clientas dijo: “Ya empezaron, hasta que se haga costumbre y lo veamos en todos lados”. ¿Será qué tiene razón? Esperamos que no. Si Farmatodo, el lugar más amado de las madres y muchas mujeres hizo esto ¿qué se puede esperar? ¿Pura Patria?