¿Qué? ¿De verdad?
En este mundo cada vez hay más locos y el último en aparecer fue un hombre de 23 años que mató a su amigo por pensar que se estaba conviertiendo en zombie. No, no es mentira. Damon Perry, el asesino, culpó sus acciones a una gran cantidad de alcohol y un maratón de The Walking Dead.
Cuando intentas darle sentido a la historia, se vuelve aún más estúpida. Perry como defensa alegó que su amigo empezó a tener ligeros cambios físicos y de comportamiento y unos minutos después, estaba convertido casi totalmente en zombie y lo amenazó varias veces con morderlo. ¿De verdad, amigo? ¿de verdad?
El cuento no queda allí; el asesino admitió patear a su amigo y luego golpearlo varias veces con una guitarra eléctrica y al ver que no le estaba haciendo suficiente daño, empezó a golpearlo con un microondas y diferentes objetos domésticos hasta que su amigo falleció.
Todas estas declaraciones las dio desde la cárcel, lugar del cual podrá salir pagando en efectivo 800 mil dólares.
La moraleja de la historia: no veas The Walking Dead acompañado.
Descansa en paz, amigo zombie.
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