Días de dictadura.
El rock siempre ha sido un piedra en el zapato para la dictadura. Una molestia que fastidia y jode en el pie. Una voz que no obedece a una orden absurda y que por esas razones, van a querer silenciarla.
Varios países en el mundo han demostrado que han aborrecido al rock; hablamos de Chile, Argentina, y Cuba.
Durante los dictaduras de Pinochet, Videla y Castro, se alzaron disidentes que se convirtieron en la voz de un pueblo ignorado y maltratado: Los Prisioneros; Los Astros; y la revista Expreso Imaginario…
¡Comenzamos!
Chile
Augusto Pinochet tumbó a Salvador Allende el 11 de noviembre de 1973; comenzando oficialmente el reinado del terror en Chile.
Cuenta Claudio Narea, guitarrista de Los Prisioneros, la mítica banda creadora de «Muevan las industrias», que de pequeño no sabía la realidad entre dictadura y democracia.
«La verdad que en ese entonces no tenía mucha conciencia de que estábamos en dictadura. Lo sabía pero no conocía ninguna otra realidad. Uno tenía muy claro que el presidente de Chile era Pinochet y listo. En mi casa tampoco se hablaba mucho sobre política», recuerda con lucidez.
Pero luego de unos años en la universidad y al formar junto a Jorge Gonzáles y Miguel Tapia una banda con estilo punk que bebía de las influencias de KISS -Los Prisioneros-, se dio cuenta del descontento popular que reinaba en el país.
Por ejemplo, Narea menciona la cantidad de atentados que había en contra de los líderes políticos que eran la piedra en el zapato del dictador, además de las barricadas que solía ubicar el gobierno a pocas cuadras del palacio para cubrirse de cualquier esquirlas de un estallido popular.
También, dentro de la entrevista, Narea menciona que mientras estudiaba en la universidad observo la creciente repulsión que representaba el gobierno de Pinochet.»En el 83 empezaron las protestas contra el presidente. Yo estaba estudiando en la universidad y fui testigo además de la muerte de muchas personas que salían a protestar a las calles».
Tras ir agravándose la represión del régimen, Los Prisioneros enfocaron su música hacia exponer el termómetro social de los ciudadanos.
«No éramos una banda política pero, pero las canciones tenían contenido social. El disco de la cultura de la basura nos dio fama nacional, pero también hizo que la dictadura nos pusiera un pie en el cuello. Sentimos que habíamos perdido libertad. A Miguel lo trataron de secuestrar.»
Argentina
A partir del año 1976, con la toma del poder de la Junta Militar establecida por Jorge Videla, Emilio Eduardo Massera y Orlando Ramón Angosti, la música en Argentina pasa por un período oscuro.
El periodista argentino, Sergi Pujol, en su libro Rock y Dictadura, explica cómo fue el proceso de separación entre los artistas y la gente. «Videla y su gente tomaron el control de todo: decidían qué hacer, qué música escuchar y qué libros leer».
El rock era una pastilla indigerible para la dictadura. Como se pude observar dentro del discurso que dio Emilio Massera, durante un mítin político en las calles de Buenos Aires en 1978.
«El rock es el estremecimiento de la fe terrorista, además de una derivación previsible de una escalada sensorial de nítido itinerario. (…) Continúa con el amor promiscuo y se propaga con las drogas alucinógenas».
La revista Expreso Imaginario realizó un gran reportaje sobre la satanización del rock, del que se puede destacar lo siguiente. «Lo censuraron de forma absoluta e iniciaron una caza de brujas contra el género músical: Promovieron listas negras de canciones y presionaron la salida del país de numerosos bandas.
Uno de los pocos que sobrevivió fue Charly García. Su música sufrió una transformación; la canalizó un sentimiento poético y metafórico que quizá era más digerible para la dictadura.
Agrega Sergi Pujol que escuchar rock en Argentina era tan tabú como practicar sexo en la calle. «La gente escuchaba rock encerrados en sus casas, de otro forma no podría hacerlo, se arriesgaba a ser tratado de subversivo e incurría en una visita «cariñosa» del servicio de inteligencia del régimen».
Cuba.
En Cuba, el hostigamiento a los pioneros del rock fue igual de crítico.
Durante el año 1961, en plena revolución de los maléficos hermanos Castro, hubo una banda que fue una piedra filosa en el zapato de la dictadura.
Se trataba de Los Astro, formada por Raúl y Luis Gómez, Marcelo, y Gerardo López, una banda que tenía como mentor musical a Elvis Presley, The Beatles, Rolling Stones
A propósito, Fidel Castro, durante una alocución en 1963, dijo esto del rock. «Es diversionismo ideológico y desviado. Muchos de esos vagos e hijos de burgueses van vestidos con el pantalón apretado y con guitarritas y actitudes elvispresleyrianas. La sociedad socialista no puede permitirse este tipo de degeneraciones«.
Y vaya que no las permitieron.
Los Astro se volvieron un símbolo contra la dictadura. La gente los apoyaba e iba a cualquier presentación que ofreciese la banda.
El problema era que durante los conciertos se presentaban oficiales del gobierno que clausuraban el evento y amenazaban con llevar detenidos a todos los «subversivos» que estaban allí.
Y si la banda, grababa algún material discográfico para ser expuesto en las estaciones radiales, los censuraban y si algún locutor quería pasarse de listo, le cerraban la emisora.
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