Generalmente, quienes consumen cannabis de forma recreacional tienen una lista de tareas relativamente corta. Conseguir tu variedad preferida, tener un buen bong o rolling paper de calidad y armar una buena selección de snacks a la mano para vencer el hambre. ¿Cierto?
Falso: En los últimos meses ha aumentado el consumo de la llamada fake weed, y conforme pasa el tiempo, se descubre que es más peligrosa de lo que se pensaba.
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Esta semana, funcionarios del Departamento de Salud Pública de Illinois en los Estados Unidos publicaron un comunicado en el que explícitamente hablaron de los efectos de los cannabinoides sintéticos; esto después de varios casos de hemorragias severas, pues los compuestos interfieren con la capacidad de la sangre para coagularse.
En el mismo comunicado, las autoridades informaron que cuatro personas fueron hospitalizadas por casos de hemorragia grave la semana pasada; pero que hasta ahora son seis los casos de episodios hemorrágicos graves.
Algunos de los nombres con los que también se conocen a los cannabinoides sintéticos son fake weed, K2 o Spice; desde su aparición, se han convertido como una alternativa “legal” a la marihuana.
La gran diferencia está en que su fabricación involucra cientos de sustancias químicas que pueden causar enfermedades graves; pero el producto actua sobre los mismos receptores que el THC o CBD de la marihuana.
Nosotros llegamos a una conclusión sencilla: No hay que reinventarlo todo, algunas cosas es mejor dejarlas en su forma más organica.