Llegó el 5 de Julio y hablando entre amigos nos dimos cuenta que realmente no somos tan libres como parece, porque hay cosas que ya no se pueden hacer aunque quisiéramos, descubre ¿qué tan libres somos?
El 5 de julio es un día de fiesta nacional por la independencia de Venezuela. Un momento histórico y de gloria para nuestro país, cuando la libertad se impone hace 202 años, pero en la práctica ¿te has preguntado qué tan libres somos?
La independencia es algo para querer y tripear, es una metáfora que nos enorgullece, nos identifica, le da una imagen colectiva a nuestra individualidad, es nuestra libertad, aunque parece que con el cambio de contexto, esa grandeza de la independencia se ha ido diluyendo hasta llegar a lo que tenemos hoy. Una libertad disfrazada de barreras, una mediana libertad en pleno siglo XXI.
Nada más fíjense la cantidad de incoherencias que encontramos en nuestro país:
Somos libres, pero no podemos caminar a las 8 pm por la calle seguros porque es como jugar a la ruleta rusa, en cualquier momento te van a robar, secuestrar o matar.
Somos libres, pero CADIVI nos regula la cantidad de dólares que podemos tener, aunque PDVSA gane millones de dólares con nuestro petróleo.
Somos libres, pero te espían el celular, tu casa, el baño, la oficina y seguramente el carro para ver si dices algo íntimo o extraño y amedrentarte con eso.
Somos libres, pero todos los policías, GN o fiscales de tránsito necesitan rebuscarse real, además de su sueldo pidiéndote dinero «pal café».
Somos libres, pero si hay una larguísima lista de desempleados por culpa de la lista de Tascón, te votan si piensas distinto o no te dan la misma oportunidad.
Somos libres, pero la universidad que no se oponga al socialismo pro-cubano es apátrida y no importa que se caiga a pedazos.
Somos libres, pero no podemos comer arepas como queremos porque no hay suficiente oferta para la demanda, igual pasa con el papel tualé y muchos otros productos de escasez.
Somos libres, pero en las cárceles viven miseria, hasta comen palomas y gatos.
Somos libres, pero los estudiantes reclaman sus derechos por semanas y nadie les da solución a sus problemas.
[divider] Un pelo más allá… [/divider]
Todas estas locuras hacen que sea imposible no cuestionarnos sobre la independencia este 5 de julio, porque realmente no parecemos libres por ningún lado. Si esta es la independencia que tenemos, tan sucia y vacía, entonces no debería gustarnos y necesitamos una neo-independencia más humana y menos violenta, que planifique estratégicamente sin regalar sus recursos, un lugar donde la libertad y la independencia se parezcan más a la verdad.
¿Te gusta la independencia de hoy?