Si usted le tiene miedo a Chucky, este post no es para ti
Todo aquél que haya visto «El Conjuro», y cuando digo ver «El Conjuro» me refiero a tener las nalgas apretadas y abrazar al novio/a como si nuestra vida dependiera de eso, estará de acuerdo que ver «Annabelle» es algo que hay que hacer.
Si usted es uno de aquellos sadomasoquistas que adoran las películas de terror, y mientras más «hechos reales» en las escenas mejor, les vamos a dejar aquí 5 razones para ver «Annabelle» que seguro serán el último empujoncito haca el cine.
[divider] Con Annabelle, Chucky se quedó pendejo [/divider]
1.- Es la precuela de «El Conjuro
Los hechos que se narran en «Annabelle» son aquellos que sucedieron antes de que la gente del conjuro pasara unos días bien chimbos. Por ahí viene la secuela, “El Conjuro 2: El Poltergeist de Enfield“, y no está de más estar activos en todos los detalles de la historia antes de seguir adelante (o llorar como niñas de preescolar cuando les quitan las Barbies).
2.- La gente que le hizo el marketing a «Annabelle» deben estar en drogas de las arrechas
Este grupo que comercializó la promoción de la película se unió a la línea de videos que hacen que la gente se haga pipi. Si no nos creen, aquí les dejaré el video promocional:
3.- «Annabelle» es una historia de hechos reales: ¡Ay chamo!
La vaina es así: una muñeca de trapo se volvió loca y aterrorizó a una mujer en su casa. La mujer declaró que la muñeca había intentado estrangular a una persona. La muñeca de trapo real, se encuentra aislada en un museo, y la gente que la ha tratado de tocar o robar ha sufrido fatales accidentes justo después de salir del museo. ¿Quién es tan masoquista como para ir a ver esa vaina?
4.- «Annabelle» fue clasificada como una película «restringida»
¿La razón? “Por secuencias intensas y perturbadoras de violencia y extremo terror”. [Masoquistas atender]
5.- Sacaron «Annabelle» de los cines de Francia: ¡así será esa vaina!
En Francia, la película se estrenó el 8 de octubre y fue una locura. Resulta que a mitad de película se registraron hechos violentos como lanzamiento de cotufas (esto jamás han venido al cine en Venezuela), personas cayéndose a insultos y peleas que terminaron hasta con asientos arrancados.
“Es una película que atrae a jóvenes de entre 12 y 15 años, histéricos e incontrolables. Se dicen cosas en la sala, empujan a los clientes y se pelean fuera. Van más para liarla que para ver la película” – Director del cine Prado de Marsella.