El 2016 ha tenido numerosas canciones inolvidables, pero también, el universo en busca de un eterno equilibrio, ha desafiado nuestra paciencia con la siguiente lista de temas que se volvieron repetitivos hasta el cansancio.
Corazón de seda: Preferida por todos los choferes de buseta: Acompaña el “corazóóón de seda, que no lo tiene cualquieraaa” mientras se pasa la mano para secarse el sudor de la frente, se queda mirando al pasillo abarrotado de gente y dice: ”Una corridita ahí”.
Andas en mi cabeza: El enamorado chaborro que lo dejó la Willianys: “Andas en mi cabeza, nena a todas hooooras” pronuncia el desdichado malandro debajo de la lluvia mientras mira con eterna esperanza la ventana apagada de la chamita.
Cuatro babys: El man que se cree muy papi y se le moja la canoa en el primer remo que piensa.
Hasta el amanecer: El pana que dice sufrir de alzheimer cuando la tiene más stalkeada que la mierda.
Picky: “Le digo hola y ella me dice goodbye” Resígnate, marico, no te va a poder parar bolas.
Work: Bendecidas y afortunadas hacen twerk en la cara de viejos verdes al ritmo enfermizo de billetes de 100.
Dime que tú me quieres: “Dime que tu me quieeeeeeeeres,” suplica la exnovia insegura mientras llena de forma escalofriante el inbox del man que ni pendiente.
La mordidita: No tenemos nada contra Ricky Martin, porque como dijimos, no nos importa, pero la ponen en busetas, reuniones. Terminamos detestándola.
Shaky shaky: Se acuerdan de ¿friki friki friki tona? Bueno, esta es la hermana con retraso de esa canción.
¿Qué calamidades musicales nos esperará el 2017?