Lo que empezó por un experimento de pintar los vellos en las axilas, terminó siendo un concepto feminista
Es muy probable que ya vieron por ahí imágenes de mujeres con los vellos de sus axilas largos y pintados de colores como azul, fucsia o violeta. Esto aparenta no ser un jueguito o una moda efímera más, sino un movimiento feminista que empezó en una peluquería etiquetado como #DyedPits. What?!
Sí, Roxie Hunt y Rain Sissel son los líderes del movimiento al que llamaron “Free Your Pits Movement”. Esta nueva movida feminista habla de la “evolución sobre el feminismo, la identidad, la positividad del cuerpo, el juicio, la aceptación y la libertad de elección” según el blog que manejan estas dos personas. Solo quieren que las mujeres se dejen llevar por lo que les gusta, y si les parece fino andar con las axilas peludas, colóquenles colores y lúzcanlas orgullosas.
[divider] ¿Cómo teñir las axilas para el #freeyourpits? [/divider]
Roxie armó en su blog un tutorial sobre cómo pintar los vellos de tus axilas, aquí se los resumo:
1- Olvídate de la afeitadora por un buen tiempo y deja que los pelitos crezcan como mínimo dos centímetros.
2- Colócate una camiseta vieja que no te importe manchar. Con unos ganchos, recoge lo más que puedas de la tela para que tus axilas estén bien descubiertas.
3- Limpia o lava bien tus axilas para que no quede algún resto de desodorante.
4- Si quieres pasar a un color más claro, decolora los vellos. Toma en cuenta que trabajaras en una área del cuerpo bien delicada y que si no le bajas dos a la fórmula podría arder y quitarle la magia al asunto.
5- Al ver los vellos bien claritos, agrega el tinte o la combinación que deseas para que quede del color que seleccionaste y listo.
6- A petición de los fundadores, manda una foto de tus axilas vía Twitter con el HT #FreeYourPits
[divider] ¿Y en Venezuela? [/divider]
Como Venezuela no es el 1er mundo y no sabemos si alcanzar al 3ro, la cosa no pintaría, literalmente, muy bonito aquí. A pesar de que suena como una solución “súper chic” para quienes no consiguen afeitadoras y se reúsan a usar la cera, hay varios detalles que no encajan para que las venezolanas se anotaran en esta.
– No hay tintes.
– Si encuentras el tinte, nunca quedará del color que tú deseas.
– Si encuentras todo y te lanzas a que un estilista te haga todo este trabajo, deberás vender medio riñón para pagar el tratamiento que te durará 2 semanas.
– A la mayoría de las venezolanas, por no decir a todas, les encanta andar suavecitas y libres de pelos locos por ahí, así que por más feminista que sea la mujer venezolana, la higiene por delante.
Si son de las que de pana no les importa y desean expresar su libertad mediante este movimiento, probablemente solo tengan chance de llegar a hacerse unas clinejitas y ya, porque tintes ¡no hay!
Con info de Off Beat Home y How-To Hair Girl