5 días de playa, música electrónica, gente pendiente de acabar los trapos, conferencias y mucha diversión, parece ser la combinación impelable para pasarla bien. Eso era lo que prometía el Electric Festival 2014. Nosotros estuvimos allí presentes y aquí te echamos el cuento. Prepara tu playlist de EDM, busca una caipirinha, tripea los pormenores y empieza a reunir para que te lances al próximo
¿Qué puede salir mal en un viaje a Aruba de 5 días lleno de mujeres explotadas, curda, música y los paisajes más espectaculares de la isla? Que no te aprueben CADIVI o CENCOEX (como prefieras llamarlo). Así que lea este artículo como si le hubiesen aprobado CADIVI o fuese un tipo con suficientes dólares como para comprarse un Rolex en efectivo como si se tratara de una simple malta en una calurosa mañana.
Lo primero que te llama la atención al llegar a la isla es el calor infernal. Entre eso y la ansiedad que te genera pasar la roncha respectiva en el Aeropuerto de Maiquetía, los ánimos de llegar a una piscina con la respectiva birra en mano estaban a flor de piel. Y eso era lo que más o menos prometía el primer día del festival.
Una de las cosas que también saltaba a la vista al llegar al hotel era toda la expectiva que giraba en torno al festival, sin duda lo más esperado de la isla. Gente corriendo de aquí a allá. Carteles pegados en las calles. Chicas usando camisas con el logo del festival. De todo. Cosa que evidentemente emocionaba y alimentaba el espíritu acabatrapístico para los próximos días.
Intentaré irles relatando lo más destacado dividiéndolo en áreas temáticas para ser lo más ilustrativo posible:
El ambiente
Una de los primeros choques con los que te encuentras es ese ambiente de paviperreo propio de sitios como Los Juanes de Morrocoy o La Cangrejera en Higuerote. De hecho es como si estuvieras allí pero multiplicado por mil. Es un ambiente de joda perenne, con la musiquita a todo volumen y gente borracha por doquier. Fácilmente podía ser una locación para una nueva temporada de Jersey Shore. Aunque, esto se notaba más en las piscinas,en general siempre prevaleció la buena vibra.
La gente
Había varias tipos de especies, pero las más populares eran: La jeva explotada con cuerpo ultraoperado, actitud de caprichosa, lentes oscuros, con su vaso de vodka en la mano y baile. Las dos especies más populares eran las tipas lindas, explotadas con cuerpos de modelo, operadas y cara de yo-no-fui. Se movían en grupo a lo largo del día y por lo general tenían cara de enratonada, lo cual lograban disimular muy bien con sus lentes de colores. De vez en cuando te las topabas en una tienda tipo Gucci, Dolce & Gabbana o Carolina Herrera con varias bolsas en la mano y una actitud de superioridad tan grande como el número de indigentes de wifi gratis que circundaban los starbucks de la zona. Eran las que más abundaban y todos tenían que ver con ellas, eran el centro de atención y solían bailar entre amigas o con su pareja de manera sensual. Con ellas, otro individuo común era el venegordito con cara de peluche y su vaso cañero en la mano. Podía tener cuadritos y estar papeado o lucir su respectiva lipa de cervecero, pero la actitud de venegordito la llevaba en el alma. También se movían en grupo, pero acompañados de varias chicas de las anteriormente mencionadas o con especímenes similares. Por lo general eran los encargados de prender la pachanga con su actitud de “no necesito CADIVI para tripear, pídan lo que quieran”. Europeos que vieron el festival como una oportunidad exótica de visitar Aruba y ligar con latinos, los reconocías por el bailar desaforado y arrítmico de cualquier canción que sonaba. Otros menos comunes, pero que también pululaban por allí: familias que pensaban pasar sus vacaciones tranquilos, grupos de chamos de esos que van en plan de ahorro al máximo y varios tipos de personajes variopintos.
Las fiestas
En el día solían ser en la piscina del hotel Renaissance lleno de puro tech-house y gente bailando en traje de baño. El mejor día fue cuando estuvo SkyBlu de LMFAO prendiendo la mecha y la que organizó la gente de E! Entertainment. Sin duda, era el plan perfecto para pasar el día tranquilo, pasando el ratón del día anterior y recargando las baterías para la noche. Los del crew No Eat No Sleep también armaron unas fiestas trancadas que –literalmente- le hacían honor a su nombre.
Los artistas
La atracción central del evento, lo más esperado. El plato fuerte cumplió su trabajo y posicionó al festival como la mejor opción del Caribe para todos los que se tripean la música electrónica. Carnage, fue uno de los que más activó la cosa y uno de mis preferidos. Se enfocó más en los ritmos latinos –incluyendo reggaetón-, moombahton, trap y EDM. Fue el responsable de abrirle paso a Chuckie, uno de los más queridos por los presentes y uno de los responsables de la realización del evento. En el día era común verlo en los pasillos del hotel o en el lobby hablando relajado. Chuckie cerró el primer main event y lo hizo muy bien, aunque a mí particularmente al final me ladilló un poco. Es que su propuesta me pareció un tiro al piso y ausente de maldad. Nunca se salió de su zona de confort con puros singles y su performance duró demasiado (más de 2 horas). Eso sí, fue el más carismático y el que más interactuó con el público, así que puntos positivos por eso. En general, creo que fue el que más disfrutó la mayoría porque era como poner en Youtube “Lo mejor del EDM 2014” y darle play. El segundo main event estuvo liderado por Lil Jon y Knife Party, para mí los dos mejores del festival. Lil Jon, a quien no le tenía mucha expectativa, se enfocó en el trap y crunk, lo cual terminó en una total locura. La sorpresa del festival. Impecable su presentación, se notó el buen manejo del público, el dominio de la tarima y su precisión a la hora de soltar cada track. Knife Party, que era prácticamente la razón por la que iba, me decepcionó un poquito. No sé si fue porque estuvo solamente uno de los integrantes o por la forzada, atormentante, inncesesaria y repetitiva presencia del MC sobre las pistas. Fue la presentación que menos disfrutó la mayoría, de hecho el área pegada a la tarima que antes había estado abarrotada toda la noche, se vació de repente. Lo más brutal fueron las partes donde se lanzó algo de drum n bass y dubstep y el intro, que estuvo demasiado intenso. Un largo track con varias capas complejas y llenas de un bajo con una frecuencia tan baja que sentías que se te reventaban los tímpanos, literalmente. Mención aparte merece Nutzbeatz, un dj local que tocó como preámbulo en uno de los días y que tuvo la propuesta más interesante. Recomendado. Igual que Chus y Ceballos desde España. Recomendados. Lástima que no pude escuchar Loco Dice ni a Stacey Pullen, pero supuestamente activaron un peo fino.
Las conferencias
Para mí lo mejor de todo el Electric Festival. Súper interesantes y motivadas a los aficionados a la música, cultura, negocios, tecnología y emprendimiento. Sucedían en paralelo a las pool parties, así que eran perfectas para cuando querías descansar un rato del puki-puki. La mejor fue la de un profesor de Harvard que mostró en vivo los elementos transversales de la música caribeña y como tenemos de este lado del mundo un sonido autóctono, único y contagioso. Otra de las más interesantes se dio entre Chuckie y Dave Clark, un reconocido productor inglés, que hablaban de los djs que deberían ser millonarios debido a su música. Un panel conformado por los managers de Chuckie y SkyBlu, compartieron los secretos de cómo manejar la carrera de un artista. Sin duda, la inclusión de la Amsterdam Dance Event fue un elemento enriquecedor al EF.
El evento
En cuanto a organización, logística y producción estuvo bien. Con pequeños detalles propios de un festival que está consolidándose apenas, pero con calidad superior. Seguro en los próximos, estos detalles irán minimizándose. La tarima bestial, reaccionaba a la luz de la noche y estaba inspirado en un tema tribal.
La locación
Perfecta. Además de los increíbles paisajes que te regala la isla, la atención de los locales es un ejemplo de cómo se debe tratar a los turistas. Si no has ido a Aruba, el próximo año es la oportunidad perfecta para tripear y vacacionar al mismo tiempo.
En fin, el Electric Festival es la mejor opción del caribe para todos aquellos amantes de la música electrónica, que además quieren 5 días de playa, música electrónica, gente pendiente de acabar los trapos, conferencias y mucha diversión. Eso sí, si no llevas CADIVI sufrirás cuando te des cuenta que cada birra te cuesta 400 bolos.