Las personas han tenido que trasportar sus bienes atravesando ríos
Cuando creíamos haberlo visto todo, pasa lo inimaginable en Venezuela. En medio de la presunta guerra económica, el gobierno venezolano ha decidido accionar en la frontera con Colombia deportando a muchos colombianos indocumentados que tenían casas en el estado Táchira.
Todo comenzó cuando un número de funcionarios militares fueron heridos de bala en una emboscada por un grupo irregular, al que los voceros del gobierno llaman paramilitares, en el barrio Simón Bolívar ubicado en San Antonio. El gobernador del estado, Vielma Mora, lo difunde en su cuenta de Twitter.
El gobierno respondió decretando un Estado de Excepción (se suspenden varias garantías) y ha continuado con su campaña policial llamada OLP (Operación de Liberación y Protección del Pueblo) que ahora se encuentra en una de las fronteras más comercialmente activas de América Latina. Durante los dos últimos años se ha denunciado que esa frontera sirve además para el contrabando de gasolina y el contrabando de extracción de alimentos básicos que tanto han aprovechado las mafias por los precios regulados que impone el gobierno.
En Colombia cuentan hasta la fecha más de 1000 deportados y del lado de Venezuela han comenzado a marcar las casas con una R (revisada) o una D (demoler).
A los peces gordos ni con el pétalo de una rosa, pero a los más abajo en el peldaño con toda la fuerza del Estado. Condenamos el contrabando que tanto daño le hace a Venezuela, mas este tipo de deportaciones masivas o el cierre de la frontera están lejos de resolver el verdadero problema económico que afecta al país.
Con info de BBC
Fotos vía Caracol
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