Probablemente preferirás tomar el autobús después de escuchar estas 5 terroríficas historias
No hay nada más terrorífico que un vagón de metro a las 11 de la noche; sientes que alguien o algo te mira, caminas muy rápido al salir del vagón y sientes esa extraña sensación de soledad y peligro. En algunos sistemas de metro alrededor del mundo este terror es totalmente fundamentado ya que se han reportado apariciones fantasmales, ruidos insólitos y cuerpos desmembrados de forma inexplicable.
Si eres de los que se asusta con cualquier cosa te aconsejamos que no sigas leyendo este post, pero si la curiosidad te mata, te invitamos a descubrir las historias más aterradoras de diferentes sistemas de metro en el mundo.
La niña del metro de DF
Cerca de la estación de metro «Aeropuerto» en Ciudad de México se aparece el fantasma de una niña por los túneles cuando la estación se encuentra vacía. Cuenta la leyenda que la niña le pide a la gente si puede jugar con ella, y de aceptar, la niña lanza el juguete, y cuando la persona se acerca a recogerlo observa que se trata de la cabeza de la pequeña.
Otra variación de esta espeluznante historia cuenta que la niña le pide a un usuario del metro que le amarre los zapatos, y cuando se agacha para hacerlo descubre que la niña no tiene piernas y que ha desaparecido.
Otras personas la han visto dentro de los vagones del metro en diversas estaciones y los videos son realmente horripilantes.
El operario de la lámpara Tilly en Londres
El metro de Londres es uno de los más viejos del mundo y está lleno de historias horribles y sangrientas pero uno de los casos más terroríficos ocurrió en 1984 en los túneles de la línea Northern Line. El empleado del metro Paul Fisher estaba listo para caminar por las vías para realizar una inspección nocturna; al acercarse a un cruce entre vías Paul vio un hombre de tercera edad trabajando en una vía con una antigua lámpara Tilly, converso con él pensando que se trataba de un compañero de trabajo y regresó a la zona de mantenimiento. Cuando mencionó que había visto a un operador trabajando en una de las vías, le informaron que esa noche nadie había estado trabajando allí.
Paul fue a buscar al hombre, retrasando la salida de los primeros trenes de la madrugada, pero su supervisor lo detuvo. Este le relató lo ocurrido y el supervisor pensó que se trataba de una broma hasta que entendió que Paul no conocía la historia del trabajador que aparecía en las vías de la zona de South Island Place, el cual había muerto atropellado por un tren en la década de 1950 en el mismo lugar donde Paul había hablado con el.
Los hombres-topo y los cocodrilos de Nueva York
Varios usuarios del metro de Nueva York, Estados Unidos afirman haber visto a hombres-topo en los túneles de diversas estaciones. Cuenta la leyenda que una población de marginados y vagabundos han creado una civilización en los túneles, allí han tenido hijos, los cuales son albinos y tienen los ojos rojos, ya que jamás han visto la luz del sol y su alimentación se basa en carne de ratas.
Otra de las famosas leyendas del metro de NY es la existencia de cocodrilos mutantes que fueron traídos desde Florida como mascotas, pero luego de crecer, sus dueños los lanzaron a las alcantarillas. La historia cuenta que los cocodrilos crecieron y se reprodujeron bajo tierra creando una nueva especie albina que se alimenta de trabajadores o vagabundos del metro.
Otras historias explican que estos cocodrilos se vieron afectados por residuos tóxicos de fármacos que terminaron en las alcantarillas de la ciudad y terminaron haciéndose más fuertes, veloces e inmunes a la toxicidad de las cosas. Se dice que estas criaturas llegaron al metro de NY en la década de los 30 cuando estaba de moda tener caimanes de mascotas.
En la estación Colegio de Ingenieros de Caracas, Venezuela existe una historia bastante espeluznante. Uno de los trabajadores cuenta la historia de una joven odontóloga que se iba a casar en un templo cerca de la estación. Al llegar el día de su boda, el novio la dejo plantada en el altar y ella decidió entrar a la estación con su vestido de novia y lanzarse a los rieles del tren.
La leyenda dice que sigue rondando con su vestido por la estación y recientemente un operador de turno de la noche logró ver en las cámaras de seguridad a la mujer caminando por los rieles y luego desapareció después de unos segundos.
Otra historia cuenta que un operador del metro se encontraba en la oficina de la estación y escuchó unos gritos, inmediatamente 8 personas comenzaron a tocar la puerta y entran a la oficina despavoridos; el operador se asoma al pasillo y vio una mujer vestida de blanco, con cabello negro largo, de espaldas y cuando bajo la mirada se dio cuenta que la mujer no tenía pies.
El fantasma de la estación Tirso de Molina
En la estación de Tirso de Molina en Madrid se rumora la existencia de un fantasma que viaja en los vagones. La historia se remonta a hace más de 150 años cuando existía la plaza Tirso de Molina, en la cual existía un convento llamado La Merced el cual fue derrumbado. A mediados de los años 20 cuando se estaba comenzado a realizar las líneas de metro, los obreros encontraron los huesos de los monjes que habían vivido en el edificio.
Los trabajadores decidieron enterrar los huesos debajo de los andenes del tren y lo recubrieron con azulejos, lo cual explica los terribles gritos que se escuchan a medianoche en la estación.
Sin embargo existen millones de historias paranormales en esta estación y probablemente la más terrorífica es la de una joven mujer que se subió al último tren de Tirso de Molina. Dentro del vagón solo había 3 personas (una mujer y 2 hombres) y la joven notó como la mujer no dejaba de verla.
En la siguiente parada un hombre subió al vagón y se sentó a su lado. Este hombre también se dio cuenta que la mujer no dejaba de verla, por lo agacho la cabeza y le dijo a la joven: «No te muevas, no hables, no le mires a la cara y bájate conmigo en la siguiente parada». La joven súper asustada por la situación le hizo caso. Una vez en el andén el hombre le dijo que era un medium, y que la mujer que no paraba de observarla estaba muerte y los hombres que la acompañaban, la sostenían.