La ignorancia de ISIS.
El hombre calvo de lentes que está en la portada el artículo representa la esperanza para los diferentes dogmas que están esparcidos por todo el globo terráqueo.
Stewart forma parte de algo mucho más grande. La HMML: Hill Musem y Manuscript Library; una asociación sin fines de lucro que se dedica a la preservación de textos de origen sagrado.
Pasajes del Corán, versículos de la Biblia, y manuscritos Budistas. Una pila y serie de documentos que debido a su antigüedad corren el riesgo de ser olvidados, o peor aún, destruidos por diversos agentes del mal.
ISIS, organización terrorista fundada hacia 2003, ha practicado desde su instauración la destrucción masiva de la cultura oriental.
Ha devastado templos ancestrales que contienen información valiosa e incinerado miles de páginas de manuscritos de culturas religiosas.
Sin embargo, el padre Columba Stewart se ha vuelto un bastión contra la ignorancia de ISIS. Entre 2009 y 2014, la asociación HMML digitalizó más de 6.000 documentos que se encontraban en Irak, y que luego fueron incinerados por el grupo terrorista.
Y no es nueva esta actitud que Stewart ha presentado. Desde hace 14 años le ha puesto la pista a diversos documentos, extendiéndoles la vida por medio de digitalizaciones que superan los 140.000 códices completos.
Viajes complicados para frenar la ignorancia de ISIS
No ha sido fácil la tarea de Stewart. Desde Medio Oriente hasta Etiopía el padre se ha desplazado, atravesando numerosos conflictos bélicos abiertos, con el objetivo de digitalizar los testimonios de esas culturas herméticas.
Aunque, Columba con el fruto de su diplomacia constante ha conseguido ablandar a los diferentes a los miembros de la cultura islámica, monjes ortodoxos africanos, y familias de linaje universal.
Creando una base de confianza sólida para colocar su única condición: Las digitalizaciones corren a cargo de los propietarios. Así, Stewart y la HMML no participa en ninguna actividad, y tan solo se convierten en los tesoreros digital de las muestras obtenidas.
Reflejando que no existe ninguna codicia en sus obras, miles de eruditos se han dejado avasallar por el legado histórico digital que intenta construir Stewart.