La frase “No hay”, ha sido muy empleada durante los últimos años, y desencadenado un estado anímico marcado por el estrés y la incertidumbre.
Sin duda alguna, el maquillaje y las cremas son cómplices que ayudan a realzar la belleza del rostro de toda mujer. Con el pasar de los años los cosméticos se convirtieron en un producto indispensable, en especial para las venezolanas, pero sus elevados costos en el país, ahora representan un verdadero dolor de cabeza.
Ya no es fácil ser mujer en Venezuela en estos tiempos de crisis, trabajadoras, madres, divorciadas, casadas, estudiantes, amas de casa, pero todas las femeninas ahora tienen algo en común y es pasar roncha y buscar alternativas para no dejar ese lado femenino.
Las cosas más simples como tener maquillaje, cremas corporales para el rostro, las arrugas o el broceado se deben buscar hasta debajo de las piedras; ya que no se encuentran en el mercado, y algunos tiene un alto costo económico.
La frase “No hay”, ha sido muy empleada durante los últimos años, y desencadenado un estado anímico marcado por el estrés y la incertidumbre. Especialmente para las féminas pues las cremas humectantes quedaron en el recuerdo, y algunos maquillajes pasaron hacer un mito.
Algunas han optado por recurrir a diversas mascarillas caseras, como: usar la avena, miel, arcilla, pepino, y manzanilla. En cuanto al maquillaje algunas han elegido usarlo solo en ocasiones especiales y racionarlo para no gastarlo. Esto es parte de la realidad de muchas venezolanas.
Recordamos que la historia del maquillaje remonta a la prehistoria cuando el hombre se aplicaba arcilla en la cara y utilizaba pinturas con las sustancias tomadas de la naturaleza que simulaban los colores. Mientras que en las tribus se pintaban en formas de la flora y fauna para transmitir su papel social: brujo, cacique, actos colectivos, entre otros.
Las pinturas no es sólo propiedad de la mujer, pues el hombre también lo ha empleado aunque en menor medida para diversos ritos de iniciación, una celebración o en el caso de los militares lo usan cuando van a la guerra para camuflarse e intimidar al enemigo.
El cosmético en la mujer juega un importante papel de “arma” de seducción, para lucir bella, esconder alguna imperfección, verse más presentable ante la sociedad en los diferentes aspectos.
Indudablemente un rostro maquillado y cuidado permite realzar los rasgos más bonitos y esconder aquellas donde se presente algún tipo de imperfección. Lo cual deja ver que las pinturas desde su origen han sido un instrumento que ha influido notablemente en la vida de las féminas en todos sus aspectos: político, económico y psicológico.
En el país de las mujeres más bellas, ninguna decae en sus intentos de lucir atractiva en una Venezuela que tiene nuevos retos y hábitos de consumo.
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