Lee esta supuesta confesión de un venezolano que se ha hecho viral en las redes y blogs de Estados Unidos, y cuéntanos si se justifica o no
La inseguridad en el país ha llegado a niveles escalofriantes, y no es sorpresa para nadie. Pregúntate cuándo fue la última vez que conociste a alguien que no tuviera un cuento de cómo lo robaron, a él o a alguno de sus conocidos. Pregúntate cuándo fue la última vez que saliste a caminar las calles de cualquier ciudad de Venezuela sin miedo engavetado en el pecho. Pregúntate cuántos familiares, amigos o conocidos has enterrado los últimos años después de haber caído por la delincuencia en el país. ¿A cuántos no les has dicho adiós por estas mismas razones?
En las redes y blogs de Estados Unidos está corriendo una suerte de confesión de un supuesto venezolano que tomó la justicia en sus manos. En su relato, cuenta cómo persigue y asesina al ladrón que robó a su novia y que intentó también violarla. Les advertimos que la descripción es fuerte, pero la traemos a colación para abrir una reflexión: ¿esto es lo que nos queda? ¿Tomar la justicia en nuestras manos porque los medios judiciales de este país alimentan la impunidad? ¿Es este hombre, aquél que busca venganza, igual que el ladrón? ¿Son ambos víctimas de la desesperación?
A continuación les dejaremos el relato para que saquen sus propias conclusiones.
[divider] «Maté a un hombre» [/divider]
Hace como un mes, mi prometida fue casi violada. Vivimos en Venezuela y debo decir, aún cuando no conozco ningún otro país, esto es lo más parecido al infierno que puedas imaginar.
Ella estaba saliendo de una farmacia a las 8pm de camino a su casa, y fue apuntada con un arma por un hombre en una moto. El hombre agarró su celular, su dinero, joyas, todo. Pero antes de irse se dio cuenta de algo, se dio cuenta del pequeño escote de mi prometida y le dijo que se montara en el carro de ella. Se llevó el carro con ella sentada en el asiento del copiloto, apuntándola con la pistola, y amenazándola con dispararle si siquiera intentaba moverse.
Después de manejar por 10 minutos, estaban en una calle bien oscura cerca de un barrio, no sé bien cómo explicarlo, es un lugar donde incluso niños de 12 años tienen armas. Paró el carro, y mientras le apuntaba a su cabeza le dijo que se quitara la ropa tan rápido como pudiera. Mientras lloraba, ella comenzó a desnudarse, y mientras se quitaba sus pantalones (ya estaba sin camisa) un camión de Coca-Cola pasó en frente de carro. Ella saltó del carro lo más rápido posible, aprovechando el tiempo que ganó al lanzarle su camisa al tipo en la cara. El tipo del camión la vio corriendo y le abrió la puerta para que pudiera montarse, y el otro tipo salió del carro disparando al camión.
Afortunadamente, mi prometida y el tipo que manejaba el camión salieron ilesos, y el otro tipo se dio a la fuga con el carro que luego fue encontrado en una calle cerca del primer punto de encuentro, la farmacia.
Llamamos a la policía, todo para intentar encontrarlo y llevarlo a la justicia, pero en este mierdero y estúpido país no hay nada que podamos hacer al respecto. Policías estaban pidiendo por sumas gigantescas de dinero solo por encontrarlo, e incluso así ellos nos decían que el tipo no había hecho nada porque él de hecho no la violó, solo la robó y eso no es un crimen serio, él saldría en cuestión de horas.
Decidí tomar la justicia en mis manos y rastrear el teléfono de mi novia (gracias al teléfono de Windows por eso), y le pagué a dos tipos con los que trabajo para que me ayudaran a secuestrar al bastardo. Revisamos el lugar que el teléfono indicaba que estaba, y tomamos algunas fotos. Se las mostré a mi novia diciendo que era el resultado de la investigación policial que pagué, pero en realidad solo necesitaba que ella confirmara que ese era el tipo que había intentado violarla.
Después de que empezó a llorar viendo las fotos del tipo, supe que era él. Así que fui con mis dos amigos, lo vimos, era miércoles 10 pm saliendo de su casa, lo seguimos como por 5 minutos y cuando estuvimos en una calle casi sola, lo atropellamos. Cayó al suelo, nos disculpamos y algunas personas vinieron a ayudar, les dijimos que éramos los culpables y que lo íbamos a llevar al hospital rápido. Lo pusimos -todavía consciente- en el asiento trasero. Uno de mis amigos notó el arma y luchó para quitársela, y lo convencimos porque «no lo iban a dejar entrar al hospital con eso».
Revelé mi identidad, mi amigo lo apuntaba con su arma y yo tenía la pistola del violador en mis manos. Lo llevamos al estacionamiento de mi oficina, que es bajo tierra, un sótano, y lo atamos con unas bridas (o tirrás) y mis amigos se fueron. Juro por Dios que nunca me sentí tan vivo, le pegué hasta la muerte con una palanca que tenía en mi maleta. Reventé sus rodillas, sus manos, sus hombres antes de comenzar a pegarle en la cara y eso fue todo, maté a un hombre. Comenzó a llorar y decirme que era pobre y que necesitaba robarla para comer, y que no pensaba en violarla, solo asustarla un poquito; y no importó, no dejé de pegarle hasta que dejó de respirar. Limpié el lugar y le pagué a un policía para que reportara la muerte como un «crimen común» o un «ajuste de cuentas» el equivalente a 800$, ¡eso es lo que cuesta la vida aquí! Y mi novia ni siquiera sabe, ella piensa que está en la cárcel o algo así, y yo nunca podré decirle la verdad.
Solo debía sacarme esto. Nunca podré decirle nada.
Edición: Ya tengo una cita con un psiquiatra, y mi abogado solo en caso de. Son las 11 de la mañana y la cita es a las 3 hoy, y el lunes con el abogado. No justifico lo que hice, no estaría orgulloso si mi hijo lo hiciera. Sé que es una cosa mala, sé que debí dispararle en vez de golpearlo hasta morir, pero ahora sé que fue porque me desahogué con él todo lo que este país me ha hecho. Ser robado dos veces a la semana, no conseguir papel, harina, azúcar, tener racionamientos de agua y luz, ser robado por policías que no ganan lo suficiente para vivir, todo lo que pasa en Venezuela que me causa estrés y me hace sentir mal, todo lo desahogué con él. Eso me hace sentir peor. Algunas personas aquí dicen: «Bien por ti. Yo hubiera hecho lo mismo», pero apuesto a que no. Tienes que vivir aquí, bajo estas circunstancias para realmente estar en el punto de hacer una cosa como esa. Siento mucho si enfermé a alguno de ustedes, me siento igual respecto a mí mismo. Por eso no sé si deba decirle a mi prometida, ¿Y si me deja? ¿Y si lo ve diferente? ¿Y si se entera que voy a un psiquiatra? Estoy realmente perdido en esto.
Edición 2: Demasiadas amenazas. Tumbaré el post.
[divider] ¿Se justifica? [/divider]
Como dijimos anteriormente, esta supuesta confesión está siendo viral en la atmósfera de blogs de Estados Unidos. Podría ser un relato real o no, pero si lo es muestra una realidad a la que debemos echarle coco, incluso si el relato no es verídico.
¿La única manera de obtener justicia es solo con nuestras manos? ¿Los policías no sirven para nada? ¿La situación del país nos está dañando psicológicamente hablando? ¿El estrés de la rutina del venezolano común puede llevarnos a actuar de esta manera?
Psicólogos han reportado que ciertamente los venezolanos vivimos bajo niveles de estrés poco recomendados cuando de llevar una vida sana se trata. Sin embargo nos preguntamos: ¿Venezuela puede realmente llevarnos a perder la cabeza?
¿Qué piensas de todo esto?
Con info de Reddit