Qué piensa Latinoamérica.
La semana pasada, durante un día soleado en un campo de golf, Trump hizo un anuncio que provocó que Maduro se hiciera en los pantalones.
El presidente de los Estados Unidos, abordado por un enjambre de periodistas, declaró que no descartaba una posible intervención militar en Venezuela.
De inmediato, se prendieron las alarmas en Miraflores.
La declaración de Trump fue casi como cuando a un hombre dormido le lanzan un cubo de agua: epa, despiértate, deja de jugar al narcotráfico que los marines vienen por ti y tus amiguitos.
Estaban tan concentrados jugando al narcotráfico que no se dieron cuenta que existen cosas que están muy por encima de ellos.
Más o menos así lo tomó el chavismo.
Venezuela
Una de las primeritas en salir a declarar fue Delcy Rodríguez. Como si le pagasen por hablar y no por hacer. ¿Extraño, verdad?
«El gobierno de EE.UU. escaló en su arremetida con el pueblo de Venezuela, al incluir la posibilidad de una intervención militar entre las acciones con el país bolivariano, como respuesta a la instalación de la Constituyente» sostiene Rodríguez.
Que alguien le explique a Delcy Eloína que la arremetida contra el pueblo de Venezuela comenzó hace 19 años cuando una manada de resentidos tomó el poder.
Y si el chavismo reaccionó como un perro rabioso cuando le meten la mano en el plato mientras come, ¿qué dijeron los otros países de Latinoamérica?
Uruguay
El ministro de Relaciones Exteriores, Rodolfo Nin Novoa considera que es inadmisible una posible intervención militar en Venezuela.
«Consideramos inadmisible estar pensando en intervenciones militares en América Latina en el siglo XXI, es algo realmente rechazable», declaró este domingo Novoa.
De hecho, Novoa, en su intervención explica que se ha puesto en contacto con los demás países del Mercosur -una alianza en la que no está por morosa y rebelde, además agregó que la incursión de EE.UU. en el país traería desventuras al pueblo venezolano.
Es decir, que el ministro Novoa, quizá desconoce la cifra actual de la escalada de muertos que ha habido en el país -137- y la obesa crisis que amenaza con aplastarnos a todos los venezolanos.
Colombia
En una línea parecida se movió el presidente que le dio poder político a las FARC: Juan Manuel Santos.
Durante una visita del vicepresidente de EE.UU. Mike Pence al vecino país, Santos le pidió que pensase mejor las cosas. «Le expresé al vicepresidente que la posibilidad de una intervención militar en Venezuela no debe estar contemplada. Latinoamérica no está de acuerdo», zanja el mandatario.
Primero, la presunta ayudaita’ con la partida del nacimiento colombiana de Nicolás Maduro, y ahora pidiendo a Pence que deje jugar en paz a los narcotraficantes.
Santos camina por la cuerda floja de la diplomacia.
Bolivia
Por supuesto que antes de escribir estas líneas, ustedes adivinaron lo que dijo Evo Morales acerca de la declaración de Trump.
El presidente de Bolivia fue uno de los más contundentes. «Trump revela descaradamente su plan de intervención contra Venezuela«, considera.
No es algo nuevo. Y es el discurso más lógico que puede tener Morales. Tiene que seguir apoyando la revolución a como de lugar. A lo largo del reinado de Chávez, obtuvo cerca de 400 millones de dólares para que pudieran gastarselo en quién sabe qué.
No puede echarse pa’ atrás. Tampoco es que quiera.
Perú
Pedro Pablo Kucynski se ha retractado.
Hace 5 meses, el presidente de Perú, estimuló la posible intervención internacional en Venezuela, asegurando que así evitaría un «mar de sangre».
Si embargo, como bien sabemos, nadie mas apoyó su moción y fracasó.
Y ahora, maneja una línea de discurso muy diferente.
«La única vía aceptable para recobrar la democracia es el diálogo».
Quizá el presidente de Perú necesita documentarse con House of Cards, exactamente, durante un episodio de la cuarta temporada donde Francis Underwood dice las siguientes palabras: «La democracia está sobrevalorada /The democracy is so overrated«.
Y sí le queda alguna duda, siga de cerca el fenómeno paranormal de las elecciones de gobernadores en Venezuela.