La Comic Con es un evento que reune a lo mejor del mundo de los dibujos animados, ilustraciones, series y sagas de superhérores en un solo lugar; entra y tripea con las aventuras del abejorro tocón en este paraíso de personajes
Como todo niño, desde pequeño vi personajes emblemáticos de sagas como los Power Rangers, Dragon Ball, Caballeros del Zodíaco, Marvel, DC Comics, entre otros y crecí enamorado de sus hazañas brutales, de sus triunfos, derrotas y poderes extravagantes.
Esa capacidad para salvar al planeta del mal y salir siempre victoriosos a pesar de las dificultades, es un argumento que me atrapó desde el primer momento y de ahí en adelante, personajes han ido y venido, pero el espíritu de acción animada siempre ha estado presente en mi vida gracias a la televisión por cable y el chamito que llevo dentro.
Es por eso que cuando hablan de Comic Con yo soy el primer chicharrón que quiere ir a cubrir el evento y este año me dieron un trabajo de lujo. Tenía que ir y ponerme peluche con todas las personas que me encontrara paseando por el Urban Cuplé en esta Caracas Comic Con 2013 y debía registrar el hecho.
[divider] Manos a la Obra [/divider]
El CCCT es ese centro comercial de viejo que no te imaginas nunca lleno de Cosplays y personas disfrazadas, pero este domingo fue distinto. Tan solo de entrar al lugar podías sentir la buena vibra que llevaba todo aquel que se dirigía directo a lo que fue antes un casino y que ahora llaman Urban Cuplé (casa de la Comic Con de este año). El resto de las personas seguía metida en sus peos de Daka, Traki y las compras navideñas de celulares, pero esos no nos importan.
Para terminar de dejar atrás el «Caracaos» subes unas escaleras y luego de pagar por tus entradas junto a una pequeña requisa, te conviertes en parte de ese selecto grupo de personas que aman los universos de comics.
El lugar estaba dividido en tres pisos repletos de stands y todo comenzaba por arriba. Subes y lo primero que encuentras es un espacio donde se caían a piñas unos cuantos zombies contra sobrevivientes en un espacio especial y aunque no veías la matanza se escuchaba el escándalo atrás.
A los lados, las tiendas adornaban todo el lugar con franelas, accesorios, revistas, historietas, muñecos y millones de artículos que obviamente tenían estampados o representaban a alguno de estos seres animados.
Aquí podías encontrar todo lo que quisieras para terminar de llenar ese espacio que tanto le dedicas a esos superhéroes, villanos y personajes favoritos.
Los cosplays abundaban en el lugar y mi trabajo apenas comenzaba. Entré y de una vez me puse a peluchear.
Había chicas sexys por todos lados aunque al principio algunas se negaron a tomarse una foto conmigo y me dieron chance de ver algunas miniaturas de guerra que la partían.
Pero no me di por vencido y terminé conectando unos cuantos besos. Mis manos lograron espiar unas cuantas curvas venezolanas.
A esta pana me la llevé hasta para la silla de Star Trek, aquí sí que había donde agarrar y obviamente me quedé con ella un buen rato para hacer un cruce de historias en la Caracas Comic Con.
A esta vikinga le tuve que saltar encima de lo bella que era, quería picarla sin duda.
Mientras daba vueltas también quise ponerme baboso con «Jason» de Friday 13Th, pero andaba muy metido en el papel y se puso la peluca. Terminó queriendo asesinarme. El trauma me ayudó a tripear a la gente de la 501st Legion que andaba en el piso intermedio y un par de partidas de Yu-Gi-Oh en las que se mataban con todo a la izquierda. A la derecha estaba un grupo de gente dándose tiros con Paintball.
También me di una vuelta por el otro lado del piso. Ahí tenías toda una variedad de videojuegos desde Nintendo64 hasta PS3 para que tripearas con ellos y la descargaras un rato. Just Dance de Wii tenía a un gentío agrupado viendo coreografías una más seria que la otra.
Y volviendo a lo mío, mientras el ilustrador Mike Holmes hablaba en la tarima bajé y pude calentar y acariciar algunas orejas también.
En el piso inferior tenías comida, más tiendas increíbles y tremenda tarima en donde muchos pudieron tripear conferencias desde el primer día y aunque yo nada más fui el último vacilé como nunca en mi vida, además por ahí estaba Noah Hatawhay, quien interpretó a «Atreu» en el filme La historia sin fin (1984) y lo conocí.
En realidad la Comic Con fue toda una experiencia brutal. No sólo por tripear el encuentro con mi infancia, con los superhéroes que más he tripeado y ese poco de material extra que podía conseguir de cada uno de ellos. Sino que además estaban estos cosplays tan brutales e increíbles ideados por la mejor creatividad venezolana.
Era puro material de tu infancia en un ambiente criollo que podías disfrutar como te diera la gana. Sin embargo, para el maltripeo de todos la Caracas Comic Con se despedirá del país hasta nuevo aviso por culpa de la p*ta política que siempre se mete en todos lados.
Es una experiencia que puede que no vuelva nunca más, pero que yo me pasé pelucheando.