En este video les demostraremos que, lamentablemente, la sociedad no está consciente de que los hombres también pueden ser los afectados
Es normal ver en todos los medios de comunicación campañas de concientización sobre el maltrato doméstico en donde se busca evitar la cantidad de lesiones e incluso asesinatos que se producen por este delito. Lo característico de todas estas acciones comunicacionales es que se enfocan en que la víctima es la mujer (sabemos que en la mayoría de los casos es la víctima, pero lean un pelo más) dejando de lado al otro personaje de la pareja, el hombre.
Dejando el machismo de lado y todo el chalequeo que puede surgir del comentario “Mi novia me pega”, la situación es igual de grabe cuando vemos o sabemos que una chama golpea a un muchacho o cuando es viceversa. La sociedad ha cambiado (no tanto como queremos) y la mujer ya no es la que se queda en la casa cuidando a los niños y esperando que llegue el esposo para servirle la comida como una esclava, pero pasar de eso a que muchas mujeres cometan el gravísimo error de caer en la violencia con sus parejas (hombres en este caso) como los hombres hacían a diario en el pasado y que siguen haciendo en el presente porque su capacidad mental no da pa’ más, es otra cosa.
Aquí les dejamos este experimento social que hicieron unos chamos para ver qué tan serio toma la sociedad a la violencia doméstica venga del sexo que venga.
[divider] En la realidad [/divider]
Aunque eso fue un experimento totalmente cuadrado se ve como quienes estaban alrededor de ambas parejas reaccionaron totalmente diferentes. Cuando la mujer era la víctima todo el mundo corrió a ayudarla, pero cuando el afectado era el chamo lo único que hicieron fue tomar fotos y videos, reírse o pasar por al lado para evitar entorpecer el ambiente de la pareja.
Como Venezuela no es inmune a todo tipo de problemas supe de un caso muy cercano de violencia doméstica que para curiosidad de muchos era de la mujer al hombre. Lo más sorprendente era que la chama era pequeña, y con apariencia muy cuchi, casi inofensiva; mientras que el novio era alto, corpulento y con suficiente fuerza como para reaccionar de la misma manera violenta que ella o para detenerla.
La historia de este par era que ella no dudaba en lanzar manotazos cada vez que él hablaba o actuaba de una manera no tan cómoda para ella. No importa el lugar en donde estaban, ya sea la universidad, un centro comercial, un local nocturno o en una reunión familiar de él. Ella lo tomaba como algo normal mientras que sus amigos y familiares más cercanos se preocupaban de lo fuerte que eran sus golpes.
La pareja terminó por algo diferente pero ¿por qué nadie de su familia decidió hacer reaccionar al novio para que no tolerara más los manotones de ella? ¿Por qué nadie le dijo a la chama que su actitud estaba mal? ¿Todos veían o creían que la situación era un chiste como en el video?
Ahí les dejo esa reflexión, para que no digan que es puro chalequeo cuando escuchen “Mi novia me pega” y piensen…