Este mes nos trajo una de las temporadas más esperadas, y como era de suponerse, se convirtió en el estreno más popular de Netflix hasta ahora: Stranger Things 3.
Aunque la historia sigue teniendo más o menos la misma fórmula, esta vez tuvimos la oportunidad de apreciar grandes cambios, sobre todo a nivel de producción. Sus creadores, los hermanos Duffer, trabajaron duro para dejarnos un buen sabor de boca y lo consiguieron.
Una puesta en escena impecable, atención a los detalles y una recreación casi exacta de la época fueron claves para hacerla brillar. Nos situaron en un contexto más moderno (ojo, no se salieron de la línea de tiempo, sino que nos mostraron los grandes cambios del momento); por ejemplo, el BOOM de los centros comerciales.
Si algo tiene Stranger Things es que, a pesar de ser ficción, también nos da algunas dosis de realidad; estos son detalles que se agradecen pues nutren la trama y se nos hacen interesantes a quienes no vivimos en los 80.
Cabos sueltos
Aunque todavía no se ha confirmado una cuarta temporada, todo indica que la habrá. En 2017, sus directores dijeron al New York Magazine que estaban pensando en hacer solo cuatro entregas, sin embargo no es oficial; pero lo que nos clava la duda no es solo eso…
Resulta que durante estos ocho capítulos quedaron algunos vacíos que, evidentemente, fueron intencionales; algo así como una campaña de intriga.
Por ejemplo, no me cuadra la separación del equipo; ese cuento de empezar una vida nueva y que todo termine ahí no me lo como; además, ¿Se fijaron en la escena pos créditos?, ¿quién es el gringo secuestrado por los soviéticos?
Las teorías no tardaron en apoderarse de Internet. Algunos, (como yo) queremos creer que es Hopper; sin embargo, otros con más retentiva recordaron que la hermana de Eleven en su momento le dijo que «papá» estaba vivo. Esto abre dos caminos posibles: tras un largo descanso, Ce recobra sus poderes, descubre que Hopper está vivo y comienza su rescate; o el Dr. Brenner se ve obligado a abrir nuevamente el portal. ¿Irán por allí los tiros?
Personajes A1
Otro de los grandes aciertos de esta tercera temporada fue, además de la maduración de los personajes, el protagonismo que cobra la mayoría. Esta vez cada uno tuvo su propia micro historia, no fueron simplemente relleno. De hecho, algunos en particular brillaron más por su impecable despliegue de inteligencia:
Erica Sinclair: es la hermanita engreída y fastidiosa de Lucas que se roba el show con su nerd interno. ¿Cuándo has visto a una pequeña de 9 años queriendo «freír comunistas»? ¡Toda una lumbrera!
Alexei: mejor conocido como Smirnoff. A pesar de ser uno de los rusos, rápidamente se vuelve de los nuestros con su inocente semblante y cooperación. Este resultó ser una pieza fundamental para la resolución del conflicto. Tal vez nos parezca que no merecía ese final, pero si nos ponemos a analizarlo bien, capaz tampoco hubiese tenido mucha cabida en el futuro. Como dicen por ahí: de lo bueno, poco…
Suzie: Otra de las joyas nuevas de Stranger Things. Aunque su participación fue mínima y llegamos a pensar que no existía, nos regaló un buen momento. En lo poco que pudimos ver de ella, nos dejó claro que tiene potencial para la próxima temporada; necesitamos más de ese increíble cerebrito y su particular carácter. Ya le hacía falta alguien así a Dustin…
La verdad es que, a mi parecer, la mejor temporada hasta ahora ha sido la segunda porque nos dio más luces del contexto; no nos dice abiertamente la realidad de esos experimentos pero, si leemos un poco sobre teorías de conspiración, lo podemos descubrir. Aunque involucrar a Rusia directamente en el juego creo que solo fue una estrategia para darle continuidad al portal hacia Upside Down… ¿o no?
Lo cierto es que esta tercera temporada creo que, en general, logró llenar expectativas. Obviamente, el centro de esta historia no da para extenderla mucho más allá porque sería más de lo mismo, pero una cuarta temporada sería necesaria y suficiente para darle un cierre digno. Esperemos con ansias ese momento.