Según los informes de la OMS, en el primer semestre de 2019 se registraron más casos de sarampión que en cualquier otro año desde 2006.
De hecho, desde enero 182 países reportaron más de 360.000 casos de la enfermedad; casi tres veces los contabilizados en el mismo periodo del año pasado. ¿Sorprendido? Pues ahora te vas a caer de la silla: La propia OMS subraya que este número es una subestimación, pues aparentemente solo se documenta uno de cada 10 casos reales.
¿Debería de importarnos? Bastante. Con esos números, en poco tiempo podríamos enfrentarnos a una epidemia de proporciones épicas; una que podría evitarse gracias al uso de la vacuna segura y eficaz que ya existe. Pero para que eso ocurra, el 95% de la población debe inocularse para lograr la inmunidad colectiva y prevenir nuevos brotes.
Entonces, si la inmunidad colectiva juega un papel primordial en mantener tantas enfermedades a raya, ¿por qué todavía existe gente que está en contra de las vacunas?
Uno de los argumentos más comunes de los antivacunas es la idea de que administrarle al niño un número múltiple de vacunas, ya sea al mismo tiempo o en un corto período de tiempo, puede abrumar el sistema inmunitario. Quizás para muchos padres puede sonar convincente, pero es simplemente un montón de tonterías.
Un estudio publicado en la Revista de la Asociación Médica Estadounidense, JAMA, confirma de forma tajante lo que muchos ya sabíamos: Los niños que reciben múltiples vacunas a una edad temprana tienen más opciones de mantenerse sanos que los niños que no están vacunados.
«Algunos padres están preocupados de que las vacunas múltiples en la primera infancia pudieran dañar el sistema inmunológico de sus hijos, haciéndolos más susceptibles a futuras infecciones», explica el autor principal Jason Glanz en un comunicado. «Este nuevo estudio sugiere que la teoría de sobrecargar el sistema inmune de un bebé es altamente improbable».
A nivel mundial, las campañas de vacunación evitan más de 6 millones de muertes al año. Sin las vacunas, la humanidad quedaría indefensa ante los múltiples virus y enfermedades que existen e incluso podrían llegar a resucitar enfermedades que se consideran ya controladas. Eso sin contar que la inmunización temprana no solo protegen a los vacunados; también protege a los demás a través de la protección de grupo.
En una entrevista para Perfil, el director ejecutivo de la Alianza Global para la Vacunación y la Inmunización, Seth Berkley, explicó el razonamiento que da pie al movimiento antivacunas: En los países ricos se asume que, cuando nace un niño, sobrevivirá y estará bien. Y no se piensa en que ciertas enfermedades peligrosas que han sido erradicadas gracias al éxito de las vacunas.
Entonces, ¿cómo es que lo que la propia Organización Mundial de la Salud ha denominado una de las diez amenazas globales del 2019 prolifera en las redes sociales sin que nadie haga nada? Los antivacunas de las redes basan su prédica en información falsa, derivada de un estudio desmentido en 1998 que vinculó las vacunas al autismo y otro montó de pseudociencia barata.