Esta semana decidimos rendirle tributo a uno de los tecnólogos más grandes del mundo. No, no estamos hablando de Steve Jobs sino de… Bill Gates.
Si, Bill Gates. El rey de los nerds convertido en empresario despiadado; el hombre detrás del sistema operativo que muchos aman odiar. El tipo que supo llevar las riendas de una de las compañías más exitosas y menos queridas en el universo tecnológico; el mismo tipo que después de hacer todo el dinero del mundo está invirtiéndolo en beneficiar a la humanidad. Ese Bill Gates.
Estamos seguros de que, con el paso del tiempo, William Henry Gates III va a ser recordado como la persona más importante de su generación y en este artículo te vamos a explicar por qué.
El principio
Bill Gates es la personificación del poder del nerd. Desde muy temprana edad Bill sabía lo que quería y no tenía reparos en lo que debía hacer para lograrlo. A los 13 años sus padres lo inscribieron en un colegio privado donde escribió su primer programa: una implementación del juego tres en línea donde el usuario podía enfrentarse a la computadora. A los 15, Bill Gates y Paul Allen trabajaron en conjunto para crear “Traf-o-Data”, un programa que monitoreaba los patrones de tráfico en Seattle por el que ganaron $20.000.
Allen y Gates querían usar los fondos para iniciar su propia compañía, pero los padres de Bill querían que tuviese una educación universitaria. Gates se inscribió en Harvard en 1973 para estudiar leyes, pero ese plan terminó prematuramente. Bill se retiró de la Carrera en 1975 para iniciar Microsoft con su compañero de colegio, Paul Allen.
Como toda compañía naciente, sus primeros años no fueron muy estables a nivel financiero; pero para 1979 estaba generando 2.5 millones de dólares. A los 23 años, armado con su habilidad para el desarrollo de software y un agudo instinto comercial; Gates asumió el rol de CEO y portavoz de la empresa. Pero Bill no era un CEO de esos que se encierra en su oficina a sacar cuentas; de hecho revisaba personalmente cada línea de código creada por la compañía y si encontraba fallas, las re-escribía.
En noviembre de 1980, IBM estaba en la búsqueda de un software que funcionara en sus computadoras personales y Bill Gates vio la oportunidad de su vida: Compró un Sistema operativo ideado para computadoras similares a las que IBM pensaba en lanzar, lo adaptó a sus necesidades y lo rebautizó como MS-DOS. Poco tiempo después presentó la solución en las oficinas de IBM y la ofreció por $50.000; lo mismo que invirtió en el sistema operativo original.
A IBM le gustó tanto el sistema operativo que quería el código original, pero Bill Gates se negó. En cambio les propuso una idea innovadora: IBM pagaría una licencia por las copias del software que se vendría con los equipos. Al hacer esto, Microsoft estaba en posición de vender la licencia de MS-DOS a cualquier otro fabricante de PCs; todo esto suponiendo que los otros fabricantes clonarían la PC de IBM, cosa que eventualmente pasó.
Si eso no es un CEO con visión de futuro, no sabemos qué será.
Un power player con todas las de la ley
El crecimiento de Microsoft explotó tras el contrato con IBM. La empresa pasó de tener 25 empleados a 128 y las ganancias se dispararon de unos nada despreciables 2.5 millones de dólares a 16. Para 1983, Microsoft apostaba a la escala global al inaugurar oficinas en Gran Bretaña y Japón; el 30% de las computadoras del mundo trabajaban con MS-Dos y Bill Gates se convirtió en uno de los hombres más ricos del mundo.
Aunque la rivalidad entre Microsoft y Apple es legendaria, lo que muchos de sus fanboys ignoran es que ambas compañías comparten los créditos de sus primeras invenciones. En 1981 Apple, que para el momento estaba bajo el mando de Steve Jobs, invite a Microsoft a desarrollar el software para sus Macintosh.
Fue a través de esta primera colaboración que Microsoft desarrolló Windows; un sistema que se distanciaba completamente de la propuesta de MS-DOS. Windows usaba un mouse para trabajar en una interfaz gráfica que combinaba texto e imágenes en pantalla.
El sistema salió a la venta en noviembre de 1985 y las similitudes entre Windows y el Sistema presentado por Apple casi dos años atrás. Steve Jobs amenazó con demander a Microsoft por plagio y Bill Gates le respondió con un posible retraso en la entrega de software compatible con las Macs. Al final, ambos se batieron en corte pero Microsoft salió airoso. ¿La razón? Bill Gates y su combo pudieron comprobar que, aunque había similitudes entre ambos sistemas, cada función individual era completamente diferente.
Punto para Bill Gates y Microsoft.
Otra cosa que muchos ignoran es que Bill Gates literalmente ayudó a Steve Jobs a salvar Apple de la quiebra.
En una movida que sorprendió a los fanboys de Apple, Steve Jobs explicó en la MacWorld Expo de 1997 que el gran salvador de la marca no era otro que Bill Gates. En su discurso, Jobs explicó que “había que dejar de lado la idea de que para que Apple gane, Microsoft tiene que perder”, proclamando el fin de la competencia entre ambas marcas.
Microsoft invirtió 150 millones de dolares en acciones y, según las malas lenguas, pagó otros 100 por infringir los derechos de autor; al mismo tiempo, Gates se comprometió a continuar el desarrollo de Internet Explorer y Microsoft Office para Mac. Con ello no solo rescató a Apple de la banca rota, también le dio un regalo extremadamente valioso: espacio y tiempo para innovar; cosa que se convirtió en el combustible perfecto para el resurgimiento tecnológico más sorprendente de la historia.
20 years ago this week, Steve Jobs was on the cover of @TIME, thanking @BillGates for "saving Apple." pic.twitter.com/AhUnLnOZ8t
— Codecademy (@Codecademy) August 24, 2017
Cuando Jobs murió en 2011, Gates honró al ícono de Apple como competidor y amigo.
«Steve y yo nos conocimos hace casi 30 años y hemos sido colegas, competidores y amigos durante más de la mitad de nuestras vidas», escribió Gates. «El mundo rara vez ve a alguien que tenga el profundo impacto que consiguió Steve; cuyos efectos se sentirán durante muchas generaciones por venir. Para aquellos de nosotros que tuvimos la suerte de trabajar con él, ha sido un gran honor. Extrañaré a Steve inmensamente.”
¿Le anotamos otro punto al señor Gates? ¡Por supuesto!
El dinero no lo es todo, pero como ayuda
Cuando Bill Gates se retiró de Microsoft lo hizo con una idea en mente: Enfocarse en la Bill And Melinda Gates Foundation; que, mientras yo escribo esto, está gastando billones de dólares alrededor del mundo para combatir enfermedades y desarrollar fuentes de alimento y agua para quienes más lo necesitan.
Para el momento de su muerte, Bill y Melinda Gates habrán invertido aproximadamente el 90% de su fortuna en avances para la humanidad; algo que definitivamente pocos multimillonarios están dispuestos a hacer y los convierte en una especie rara entre los milmillonarios: unos plutócratas que realmente entienden el valor del dinero.
Por ello, Bill y Melinda Gates se han convertido en el rostro de un nuevo fenómeno: el filantrocapitalismo. Los filantrocapitalistas, de acuerdo con Matthew Bishop, no son donantes tradicionales, sino inversores sociales que consideran y calculan cómo maximizar las ganancias de las causas que han elegido apoyar.
En 2017, la fundación publicó lo que sería el primero de sus reportes de metas anuales. En él se evaluó el progreso conseguido en varias áreas; incluyendo saludo pública, desnutrición, mortalidad infantil y VIH. Esto tomando en cuenta que Gates identificó las enfermedades infecciosas y crónicas como los dos principales problemas que debían abordarse en la próxima década.
Además, Gates reveló en noviembre de ese mismo año que invertiría $ 50 millones de su propio dinero en el Dementia Discovery Fund que acompañaría de otros $50 millones exclusivamente destinados a los start-ups involucrados en investigaciones relacionadas con el Alzheimer. Esta es una causa personal, pues Gates ha visto los efectos devastadores de la enfermedad en los miembros de su familia.
Los resultados están a la vista. La fundación Gates no solo ha contribuído a bajar los índices de enfermedades como la polio y la malaria; también está desarrollando tecnologías para mejorar los niveles de vida en países sub-desarrollados.
Juego, set y partido para el señor Bill Gates.