¿Cosas que nos ha dejado la pandemia? Mayores índices de desempleo, depresión y… a Baby Shark superando los 7.043 mil millones de visitas en Youtube.
El inexplicable nuevo récord -que es bastante lógico si tienes hijos- deja atrás las 5.000 millones de reproducciones que Despacito consiguió tres años atrás.
Después de su primera aparición en la red, Baby Shark estaba en todas partes; tanto que con solo nombrarla, probablemente esté sonando en tu cabeza.
Quizás lo más sorprendente de este fenómeno es su desempeño durante la pandemia. Según The Verge, la canción se disparó en un 181% desde abril; cuando solo contaba con 2.5 mil millones de reproducciones.
Pero, ¿de dónde salió el condenado tiburón?
A diferencia de la estética amigable y limpia que tiene el video musical, la respuesta sobre el origen de Baby Shark es bastante turbia.
Como todo en el mundo, esta historia tiene dos versiones. La mas simple es que la canción se estrenó en 2015 de la mano de Pinkfong; una compañía de servicios educativos de Corea del Sur. ¿Por qué se viralizó? Pues porque es increíblemente pegadiza y la su letra y movimientos de baile son fáciles de memorizar.
Pero si vamos más allá, esto es lo que encontrarás sobre los verdaderos orígenes de la canción: Absolutamente nada.
Nadie ha reclamado los derechos de propiedad de la letra y la única evidencia de su longevidad está en los recuerdos de algunos adultos que, por casualidad la aprendieron durante un campamento de verano o en cualquier otro lugar que alguien necesitara para mantener a los niños ocupados.
Aparentemente, Baby Shark nació en Estados Unidos en la década de 1970. De hecho hay una teoría que ubica su nacimiento específicamente en 1975, justo cuando Tiburón de Steven Spielberg se convirtió en un éxito de taquilla en todo el mundo.
También hay versiones internacionales, incluida la francesa Bebe Requin y la alemana Kleiner Hai (Little Shark), que se convirtió en un éxito menor en Europa en 2007.
Lo que si es cierto es que hay una gran cantidad de variaciones en la premisa básica, incluyendo una versión en la que un surfista pierde un brazo ante el tiburón y otra en la que el protagonista muere.
Lo feo
A pesar de esos siete mil millones de reproducciones, que si los ponemos en una línea contínua implica que Baby Shark ha sonado sin cesar durante 30,187 años, Pinkfong solo ha recibido 5.2 millones de dólares en ganancias.
¿Todavía siguen pensando en ser youtubers para hacerse millonarios?