Angela Merkel no solo es la primera mujer en ocupar la silla del canciller en Alemania, la líder de facto de la unión Europea o la mujer más poderosa del mundo; también se está posicionando como la voz de la razón en el pleito entre Donald Trump y las redes sociales.
La canciller no dudó en llamar “problemática” la medida tomada por todas las plataformas pues, a su juicio, “le da demasiado poder a los jefes de las redes sociales”. Recordemos que Trump fue expulsado permanentemente de Twitter el viernes debido al “creciente riesgo de una mayor incitación a la violencia»; después de que sus partidarios irrumpieran en el Capitolio de Estados Unidos mientras el Congreso estaba en sesión.
Merkel, quien ha sido una de las críticas de mayor data de la administración Trump, declaró que se sentía “furiosa y entristecida” por la toma del Capitolio; pero su portavoz Steffen Seibert dijo hoy que “la canciller considera problemático que las cuentas del presidente estadounidense hayan sido bloqueadas permanentemente”.
“El derecho a la libertad de opinión es un derecho fundamental de importancia elemental”, dijo. “Se puede interferir con este derecho; pero a través de la ley y dentro del marco definido por la legislatura. Nunca de acuerdo a lo que opine la dirección de las plataformas de redes sociales’. Si bien los gigantes de la tecnología tenían razón en no ‘retroceder’ y las alertas adjuntadas a los tweets de Trump estaban justificadas; dar de baja la cuenta fue un paso demasiado lejos, dijo. Merkel cerró diciendo que los jefes de las redes sociales «tienen una gran responsabilidad en velar que la comunicación política no se afecte por el odio, la mentira y la incitación a la violencia».
Otro que se hizo eco de la opinión de Merkel fue el ministro de Finanzas de Francia; quien dijo que las decisiones regulatorias deberían ser tomadas por gobiernos electos y no por los jefes corporativos estadounidenses.
Aunque Twitter no ha dicho nada más tras la expulsión de Trump, parece que la plataforma está llevando a cabo una purga masiva de cualquier cuenta relacionada con el grupo ‘QAnon’. La meta aparente de esta “purga” sería reducir el número de seguidores de alto perfil, figuras conservadoras y aliados de Trump.
En medio de las prohibiciones, los seguidores de Trump parecen están abandonando Twitter en masa para registrarse en Gab y Parler; sitios de redes sociales que se anuncian a sí mismos como alternativas de ‘libertad de expresión’ a Twitter.
Pero Parler desapareció el lunes de la web y las tiendas de aplicaciones de Apple y Google después de que ambos gigantes tecnológicos cortaran los lazos con la plataforma a raíz del intento de toma del Capitolio de Estados Unidos.
¿Será este el cataclismo antes del nacimiento de una nueva Internet?