La existencia del libre albedrío es una de las preguntas más repetidas a lo largo de la historia occidental. Tanto que ahora el MCU se encargó de darnos una versión actualizada de su respuesta con la primera temporada de Loki.
No es mentira. Wandavision trató las secuelas del estrés post-traumático y el duelo, The Falcon and The Winter Soldier se metió de frente con las tendencias racistas que existen en la sociedad norteamericana; ahora con Loki, Marvel aborda algo aún más grande, tanto como el significado de la vida misma.
De acuerdo a la trama de Loki, hay una línea temporal aprobada por los misteriosos «Guardianes del tiempo» conocida como la línea de tiempo sagrada. Todo lo que está dentro de los límites de la línea de tiempo sagrada debe suceder; de lo contrario, la línea de tiempo se bifurca y corre el riesgo de la formación de un multiverso.
La pelea de los Vengadores con Thanos, el Blip y todos los aspectos que hemos visto en la MCU son parte de la línea sagrada, incluida la muerte de Loki y la destrucción de Asgard.
A raíz de este descubrimiento, Loki se hace una serie de preguntas casi al mismo tiempo que la audiencia. ¿Quién dio a los Guardianes del Tiempo la autoridad para discernir la sagrada línea de tiempo? ¿Podemos confiar en la TVA? Los guardianes se autodefinen como benevolentes; pero al salvaguardar la sagrada línea de tiempo, la TVA también está eliminando la elección y la agencia de las personas. Entonces, ¿son salvadores o dictadores fascistas?
Los seres humanos operamos desde nuestra propia agencia, o al menos eso creemos. Nos gusta creer que somos capaces de elegir y dirigir el flujo de nuestras vidas a fuerza de nuestros propios caprichos, estados de ánimo e ideas. ¿Es esto cierto? ¿O simplemente somos peones en un juego que dejó sin lugar lo inesperado?
Las religiones llevan entretejido en su dogma los principios deterministas contra las que se erige el libre albedrío. Pongamos por ejemplo el catolicismo. Según sus enseñanzas, se supone que hay un Dios que todo lo sabe y todo lo ve; si todo lo sabe, es porque ha determinado todas las cosas según su criterio, por lo que Dios es la causa de las acciones humanas ¿no?
Pero a la vez, este Dios le regala a la humanidad el “libre albedrío”. ¿Qué tan libre eres cuando todo lo que quieres está supeditado a un “si Dios quiere”? La cuestión del determinismo versus el libre albedrío genera efectos en cadena o, como dirían en la serie, variantes inmediatas. ¿Por qué pelear si el resultado ya está decidido?
En el capítulo final de Loki, El-Que-Permanece les explica a Loki y Sylvie que todo estaba planeado para que ambos llegaran a la ciudadela del final de los tiempos.
“Vinieron a matar al diablo, ¿verdad? ¿Bien adivinen qué? Soy quien los mantiene a salvo. Y si crees que soy malvado, bueno, espera a conocer mis variantes. Esa es la apuesta: Orden sofocante o caos cataclísmico. Pueden odiar al dictador, pero algo mucho peor va a llenar ese vacío si lo deponen”, dice El-Que-Permanece.
Al final del día, ¿los Lokis decidieron, o simplemente siguieron lo que el “universo” ya había determinado para ellos? Como personajes, las decisiones de Loki y Sylvie pueden haber nacido de su libre albedrío. Como espectadores, solo podíamos especular sobre lo que sucedería. Pero el autor o autores de “Loki” ya sabían cómo terminaba todo.
Pero Loki es solo eso, una serie; ¿qué pasa con la vida real? ¿Nuestras vidas tienen autor? ¿Un significado o propósito? Nadie sabe. Una de las cosas que podemos sacar del final de «Loki» el poder que hay detrás de una elección. Después de todo, nunca sabremos qué tan lejos nos llevarán sus consecuencias.